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Alianza de Médicos en el Exilio

Doctor’s Reserve

La medicina cubana es prestigiosa y es elogiada por muchos. Desde 1963, más de 100 000 profesionales de la salud han brindado su colaboración a otras naciones a través de las llamadas brigadas médicas. Pero la isla también ha recibido criticas por las importantes retenciones en los salarios de los médicos durante las misiones internacionales y por las condiciones laborales de los profesionales de la salud. A esta situación compleja se agrega el hecho de que algunos miembros de estas brigadas toman a veces la difícil decisión de quedarse en el país en el cual acaban de cumplir su labor.

Las problemáticas que enfrentan los médicos cubanos desafiliados de las brigadas son numerosas. La isla cuenta con ellas para establecer y/o estrechar lazos diplomáticos con otros países. Es un tema sumamente importante para la agenda de política exterior cubana. Por otro lado, se firman acuerdos bilaterales específicos con cada país, acuerdos que influyen mucho en la situación laboral de estos médicos y en las posibilidades de volver a ejercer su trabajo. En el caso de Brasil, por ejemplo, la gran mayoría de los médicos cubanos llegaron al país entre 2013 y 2018 a través de un programa llamado Mais Médicos cuyo objetivo era suplir la carencia de médicos en los municipios del interior y en las periferias de las grandes ciudades de Brasil. Para los médicos que decidieron no volver a Cuba cuando se acabó el programa, no se presentaron muchas opciones para poder seguir ejerciendo su oficio. Cuba retiene la documentación y los diplomas de los médicos que dejan de trabajar para el gobierno de la isla. De un día para otro estos profesionales se ven enfrentados a una doble vulnerabilidad al quedarse apátridas y sin empleo. Al principio, las únicas dos vías que se presentaban para poder recuperar un trabajo eran la vía judicial, larga, costosa, individual, o la presión a través de organizaciones políticas. Es para responder a la necesidad de encontrar una tercera vía de acción común, no conflictiva y apolítica, que se creó la asociación Doctor’s Reserve, con el apoyo activo de Prodie Santé.

Al menos la mitad de la población mundial está privada de servicios de salud esenciales, según se desprende de el informe del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud de 2017. Esa misma organización alertaba ya en el 2013 de la existencia de un déficit planetario de 7,2 millones de profesionales para cubrir las necesidades de salud en el mundo, un dato alarmante y en aumento, que debería según las estimaciones de la OMS, llegar a los 12,9 millones en 2035. En este contexto, y tomando en cuenta las nuevas y recientes necesidades provocadas por la pandemia de COVID 19, parece importante que médicos de calidad, con una sólida formación y amplia experiencia profesional puedan ejercer. Por eso Prodie Santé se ha aliado con Doctor’s reserve para que ese sueño se haga realidad. El objetivo de la asociación es unir a los profesionales médicos cubanos ubicados en diferentes regiones del planeta en una sola plataforma, gestionando una red global que provee información sobre la homologación o validación de títulos académicos, ofertas de empleo a nivel internacional y recaudación de fondos para gestionar proyectos variados en el área de la salud. Prodie Santé desea contribuir al concepto de la salud como un bien universal y en mismo tiempo garantizar a los médicos unas condiciones de vida y un trato digno conforme a los estándares de derechos humanos.

Existe una gran diversidad de recorridos dentro de lo que podríamos denominar la comunidad de los médicos cubanos exiliados. Es importante entender cuáles son los puntos comunes entre todos ellos: por una parte la extraordinaria formación y labor que han estado emprendiendo en el mundo, y por otra, las cualidades humanas y la trayectoria personal de estos profesionales. Para ello empezaremos por describir y explicar las especificidades y conocimientos particulares que hacen que los médicos cubanos representen un recurso de gran valor para cualquier región del mundo. En segundo lugar, expondremos una serie de retratos que tienen como propósito sensibilizar y facilitar una comprensión transversal del recorrido de algunos de ellos.

I) Características de la formación médica cubana

En 1978 la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria realizada por la OMS y UNICEF en Kazajistán marca el nacimiento de la estrategia para alcanzar un mejor nivel de salud mundial. En Cuba eso se tradujo por la implementación y generalización del modelo de medico de familia. En 1985 un alto porcentaje de los graduados fueron orientados hacia una nueva especialidad que debía promover la salud, prevenir los riesgos y las enfermedades y rehabilitar a los pacientes discapacitados: La MGI. El nuevo enfoque parte del principio que existe un lazo inquebrantable entre una persona y su contexto social. Se propuso a través del sistema de Atención Primaria de Salud (APS) aplicar un nuevo método Clínico-Epidemiológico en el que se consideran los individuos de manera global, es decir conectando a las personas con su entrono más directo: la familia, la comunidad y el medio ambiente. Es lo que se conoce globalmente como enfoque biopsicosocial.

Estos médicos han aprendido a trabajar en zonas pobres, aisladas, complejas. Son capaces de preparar programas adaptados a las problemáticas locales, de elaborar programas de prevención, de formación y realizar estudios sobre problemas médicos en la región en la que trabajan. Practican la medicina comunitaria, la epidemiologia, la medicina familiar y la medicina de urgencia. Un solo médico cubano puede ocuparse de unos 3000 habitantes. No existe ningún médico en el mundo que tengan esas capacidades. Esa es una especificidad cubana.

La Medicina General Integral es la suma de varias especialidades.

• Medicina general y medicina interna.
• Medicina Familiar y comunitaria: es decir un trabajo de Prevención, Salud comunitaria, Salud Familiar, Salud Pública (vigilancia epidemiológica, Medidas de control de las enfermedades transmisibles, Enfermedades emergentes y reemergentes, pandemias etc.), Nutrición y Dietética
• Psiquiatría
• Oftalmología
• Dermatología
• Medicina Natural y Tradicional
• Utilización del método clínico-epidemiológico (Evidence-based medicine): Aplicación de técnicas de abordaje terapéutico con enfoque preventivo.

Además de sus competencias médicas el MGI tiene otras competencias profesionales como:

• La investigación (ASIS). Es una investigación observacional descriptiva, realizada por el MGI, que permite caracterizar el estado de salud de una población. Se realiza como un trabajo previo que permite entender el terreno, es decir el espacio, ciudad, pueblo, región en la cual se va a trabajar. Es una herramienta utilizada para facilitar la toma de decisiones. Permite detectar problemas de salud y crear planes de acción para solucionar los mismos. Usa como variables los elementos que determinan el estado de salud de una población, es decir:
– El modo y estilo de vida.
– La biología humana.
– El medio ambiente.

Otra competencia del MGI es la Asistencia Médica pura y dura. La vertiente mas clásica y esencial del trabajo médico que abarca los campos de la Pediatría, Gineco-obstetricia, Geriatría, Urgencias Médicas, Epidemiología, Salud Mental y Rehabilitación.

También se integra a su mandato una Labor Docente-Educativa es decir la participación del médico especialista como profesor, tanto en los procesos del pregrado como en el postgrado.

Y finalmente el gerenciamiento de sistemas de salud que es la vertiente administrativa y de gestión del mandato de los médicos cubanos. Esto permite tener un mejor control de los procesos y la manera de planificar, organizar, dirigir y controlar las diferentes etapas de la MGI.

Las ventajas que ofrece el MGI para para una cuidad, estado, país son muchas:

  • Son médicos pluriespecialistas que tienen un enfoque transversal, pluridisciplinario y holístico de su misión.
  • Es el único especialista concebido para modificar e impactar el perfil epidemiológico de una población.
  • Disminuye considerablemente la morbimortalidad materno-infantil perinatal, neonatal y natal tardía, así como la morbimortalidad general y por causas evitables.
  • Disminuye considerablemente la morbilidad y tasa de complicaciones por enfermedades crónicas, así como el índice de problemas consecuentes como deficiencias o incapacidades.
  • Descongestiona los sistemas de salud, disminuyendo el flujo de personas hacia la atención secundaria. Eso significa que reducen drásticamente la demanda en los servicios de urgencia y emergencias
  • Están entrenados para realizar labor educativa y de promoción de salud, análisis de la situación epidemiológica y propuestas de soluciones.
  • Son una herramienta infalible que ha hecho sus pruebas en el combate de epidemias y catástrofes climáticas o de otra índole. Los ejemplos son numerosos pero el caso mas reciente es el de la eficacia de la MGI en la lucha contra la pandemia de COVID-19 en el mundo.

II) Retratos de médicos cubanos

Los médicos cubanos exiliados no suelen querer compartir sus historias personales. La delicada situación en la que se encuentran no facilita el uso de la palabra, la verbalización de sus problemas. Cada una de las personas que ha aceptado participar a esta serie de retratos nos ha otorgado su confianza y nos sentimos verdaderamente privilegiados por tener la oportunidad de compartir con los lectores un poco de estas trayectorias tan particulares, pedazos de vida como rompecabezas con el cuerpo y la mente en un territorio y el alma en otra tierra.

El exilio de los invisibles

La primera misión de Yuri tuvo lugar en el Timor Oriental. Tenia 23 años y se acababa de graduar. Me cuenta que ella siempre quiso ser médico, “desde que tengo uso de razón” insiste. “Mis ideas eran progresistas y siempre me consideré como una persona de izquierdas”. Yuri soñaba con participar en misiones médicas en África. Su primer trabajo en el exterior fue duro por muchas razones: las circunstancias políticas y sociales de un país victima de un conflicto sucio y violento, como toda guerra, pero también por las condiciones generales de su estancia en ese país. Estaba encerrada con otros médicos cubanos, sin poder salir, hacerse amigos o tener contacto con el mundo exterior fuera de las consultaciones con los pacientes. Su pasaporte lo tenia el coordinador de la misión, así que le era imposible irse a ningún lado, ni unos días, ni un fin de semana, nada. “Pero no somos robots” me dice Yuri sacudiendo su cabello azabache. Hasta con los pocos contactos que tienen a través del trabajo, los doctores se insertan en una comunidad, en un país y a veces adoptan su cultura, aprenden su idioma, se enamoran. Poco a poco se tejen los lazos que los unen a la tierra que los ha acogido.

Los médicos cubanos no son médicos corrientes. Mucha gente ha oído hablar de ellos a través de las famosas misiones como la de Mais médicos en Brasil o la labor del personal que Cuba ha enviado a diversos países durante la pandemia. Ellos practican lo que se llama la “medicina general Integral”, una medicina holística, humanista, conectada a su entorno cultural y social. Son especialistas polivalentes, cercanos a sus pacientes porque toman en cuenta el entorno familiar y la comunidad. Estos súper-médicos hacen una labor de prevención, epidemiologia y suman especialidades como pediatría, ginecología o medicina de urgencia entre muchas otras.

Anidys es médico intensivista y ha trabajado en Venezuela y en Brasil. Me cuenta que cuando se graduó en 1997, ella y sus compañeros de estudios veían a sus extraordinarios profesores como “magos”. De hecho, recuerda que uno de ellos podía diagnosticar a sus pacientes con solo mirarlo. Le decían “el brujo”. Anidys se ríe, pero hay una infinita tristeza que se dibuja en sus rasgos. Cuando llego a Brasil después del “trauma venezolano” se quedó impresionada por la calidad de vida en Brasil donde los acuerdos bilaterales firmados entre este país y Cuba favorecían unas condiciones de vida algo menos difíciles que de costumbre para sus compatriotas. Y empezó a soñar. En el primer hotel donde se quedó con 800 doctores cubanos que esperaban como ella para ser enviados a diferentes destinos en el país, le impresionaron muchísimo las condiciones de su estancia. El hotel, los bufés, “toda esa comida deliciosa y yo solo podía pensar en mis hijos que estaban pasando hambre”. Finalmente, la mandaron a una ciudad pequeña y remota del país. Se enamoró de la región, de su gente y de un hombre. Cuando quiso quedarse en el país y en el programa, pero liberarse de su “contrato” con Cuba que se llevaba 70% de su salario (elle recibía 2976 reais de los 11,800 reais que pagaba el gobierno brasilero por su trabajo), no fue fácil. ¿” ¿Porque tan poco”, pregunta Anidys? “Muchos médicos se quedarían si recibieran porcentajes mas altos de sus salarios”.

Los médicos cubanos que rompieron el lazo con su país son entre 50,000 y 90,000 según cifras oficiales. Todos quieren seguir trabajando, pero Cuba retiene sus documentos y sus diplomas. No pueden tampoco volver a su país ni ver a sus familias. Representan un enorme potencial en materia de sanidad en el mundo. En agosto 2020, la primera asociación cubana de médicos fuera de la isla fue registrada en Brasil. Se llama Doctor’s Reserve y es apolítica.

En Prodie Santé sabemos que no hay una historia común en el exilio. Al contrario, cada persona, cada médico tiene su recorrido propio, difícil y sin vuelta atrás. Cuando se le pregunta al presidente de la asociación de médicos cubanos que todos llaman Osmani por qué sintieron la necesidad de crear esta organización, me contesto: “Para dejar de ser invisibles”.